Meryl Streep, reconocida por su versatilidad y maestría en la actuación, ha confesado recientemente un aspecto sorprendente de su carrera: el papel que menos disfrutó interpretar fue también uno de los más icónicos. En «El diablo viste a la Moda» (2006), Streep encarnó a Miranda Priestly, la exigente y despótica directora de una revista de moda, un personaje que contrastaba fuertemente con los roles más cálidos y empáticos a los que la actriz estaba acostumbrada.
El Desafío de Miranda Priestly
La película, dirigida por David Frankel y basada en la novela de Lauren Weisberger, sigue la historia de Andy Sachs (Anne Hathaway), una joven que ingresa al competitivo mundo de la moda como asistente de Miranda Priestly. Inspirado en la famosa editora de Vogue, Anna Wintour, el personaje de Miranda desafió a Streep de una manera única. Optando por el método Stanislavski, la actriz se sumergió completamente en el rol, manteniendo la actitud implacable y distante de Miranda incluso fuera de escena.
En una reveladora entrevista con Entertainment Weekly en 2021, Streep compartió su experiencia: «¡Fue horrible! Me sentía miserable cuando llegaba a mi caravana. Podía oírlos a todos riéndose. ¡Estaba tan deprimida! Me dije: ‘¡Bueno, es el precio que pagas por ser jefa!’ ¡Esa es la última vez que intenté algo con el método!». Este papel representó un cambio drástico para Streep, quien se vio obligada a explorar un lado de su capacidad actoral que no había experimentado antes.
Reconocimiento y Respeto a Pesar de la Incomodidad
Aunque interpretar a Miranda Priestly fue un desafío emocional, Streep recibió elogios generalizados por su actuación, incluida una nominación al Oscar. Su colega de reparto, Emily Blunt, recordó en una entrevista con The Herald las conversaciones con Streep durante el rodaje: «Ella dijo que era su personaje que menos le gustaba, porque realmente estás desprovista de cualquier simpatía o emoción, y lo entiendo». A pesar de la incomodidad, Streep demostró una vez más su habilidad para sumergirse profundamente en roles complejos y exigentes.
